Una de las tareas que tiene que realizar el limpiador profesional es quitar el polvo de oficinas, habitaciones de hotel y apartamentos turísticos, despachos o cualquier otra estancia donde se acumule.
Lo cierto es que limpiar el polvo puede ser más difícil de lo que parece, puesto que si lo hacemos de forma poco adecuada, puede volver a posarse donde estaba y que nuestro trabajo no haya servido para absolutamente nada.
Además, queremos aprovechar nuestro Mes de la Microfibra para daros algunos consejillos acerca de cómo limpiar el polvo y qué utilizar para ello.
Consejos para una limpieza de polvo adecuada.
Como bien sabemos, para limpiar el polvo podemos utilizar un paño o bayeta o bien un plumero. En ambos casos, la premisa principal es que tienen que estar limpios. Con frecuencia se suele pensar que las superficies no horizontales no cogen polvo, y nada más lejos de la realidad, el polvo se posa en cualquier superficie, ya sea vertical, puerta, ventana o patas.
Para las superficies horizontales se recomienda utilizar un paño o bayeta, desplazándola por los muebles en paralelo para no dejar ningún rincón sin limpiar, mientras que para las superficies verticales, puertas o patas, es mejor usar el plumero.
Microfibras para limpiar el polvo
Las microfibras funcionan muy bien para esto, puesto que es un material absorbente, duradero y que se pueden limpiar solamente con agua. Además, en el caso que nos ocupa, son buenas porque atraen y retienen el polvo como si fuese un imán, mientras que, si las humedecemos, incrementan su capacidad de absorción.
Por otro lado, la microfibra no raya las superficies ni se acartona como las tradicionales, ni huele mal.
Por sus cualidades, plumeros y bayetas de microfibra son perfectas para realizar esta tarea, y, además, puedes aprovechar nuestro Mes de la Microfibra en la que todos los productos de esta categoría tienen un descuento del 20%
¿A qué esperas?